Cuando se planifica un evento, sea cual sea su naturaleza, la promoción debe ser uno de los ejes fundamentales para optimizar resultados. En la era de la inmediatez, es de suma importancia la anticipación ya que, el cliente potencial (en este caso asistente), es muy posible que reciba cada día una avalancha de contenidos de similares características al ofrecido. Por lo tanto, esta promoción debe comenzar en el mismo momento que se fija la fecha en un despacho. Y no se trata de acribillar a la audiencia con un sinfín de publicaciones a diestro y siniestro. La eficacia se mide en la planificación estudiada y en la implementación de una estrategia adecuada.